Cómo Empezó Todo
En 2019, después de ver cómo muchos estudiantes luchaban con tutoriales dispersos y cursos que no conectaban la teoría con proyectos reales, decidimos crear algo diferente. No queríamos ser otra escuela más que promete milagros.
Nuestro enfoque surgió de una frustración personal: habíamos visto demasiados talentos perderse en laberintos de información mal estructurada. Entonces, empezamos pequeños — con un grupo de ocho estudiantes en Guadalajara y un método que priorizaba la práctica desde el primer día.
Hoy, después de seis años refinando nuestro proceso, sabemos qué funciona y qué no. Y aunque hemos crecido, mantenemos esa mentalidad de taller pequeño donde cada estudiante importa.